La lasaña tiene raíces en la antigua Roma y se desarrolló tanto en Emilia Romagna como en Nápoles. La versión moderna se consolidó en el siglo XVII y ganó popularidad nacional en el siglo XX, influenciada por ambas regiones.
La lasaña, uno de los platos más emblemáticos de la cocina italiana, tiene una historia rica y compleja que se remonta a la antigua Roma. Los romanos ya conocían una versión temprana de la lasaña, usando los términos "laganon" y "laganum" para referirse a una fina hoja de masa hecha de harina de trigo, que se horneaba en el horno o directamente al fuego.
Orígenes Romanos y Evolución Medieval:
En Emilia Romagna, hay evidencia de que la lasaña apareció junto con la pasta al huevo en el siglo XIV. Un libro de cocina de esa época, impreso en 1863 por Francesco Zambrini, describe la alternancia de capas de pasta y queso. Probablemente, fue la unión de este plato con la antigua lasaña romana lo que llevó, en el siglo XVII, al nacimiento de la lasaña moderna en Emilia, que se completó un siglo después con la llegada de la salsa de tomate de Nápoles.
La Influencia Napolitana:
Paralelamente, en Nápoles, se desarrollaba otra tradición de lasaña. La primera receta documentada de lasaña con tomate se remonta a 1881, en "Principe dei Cuochi o la verdadera cocina napolitana" de Francesco Palma. Sin embargo, los antecedentes de la lasaña actual parecen ser más napolitanos que emilianos. En el "Liber de coquina", del período angevino (principios del siglo XIV), se menciona la lasaña hervida y sazonada, capa a capa, con queso y especias. El rey borbón Fernando II fue apodado "rey de lasaña" por su pasión por este plato.
Después de la Unificación de Italia:
Después de la unificación de Italia, es probable que la versión napolitana de la lasaña haya sido la base para el plato que conocemos hoy. A pesar de ser omitida por Pellegrino Artusi en su "La Ciencia en la Cocina" (1891), la lasaña fue rápidamente codificada por restauradores boloñeses a principios del siglo XX. Finalmente, alcanzó fama nacional gracias a Paolo Monelli y su obra "Il ghiottone errante" (1935).
La verdad es que la lasaña, tal como la conocemos, es un plato que ha sido influenciado por diversas regiones de Italia, especialmente Emilia Romagna y Nápoles. Esta rica herencia culinaria es lo que hace de la lasaña un verdadero icono de la gastronomía italiana.