Vino tinto abierto: cuánto dura y cómo conservarlo

“El vino está vivo”, dice la sabiduría popular, porque evoluciona y cambia con el tiempo.

Los vinos cerrados en botella o en Bag In Box se pueden conservar durante mucho tiempo sin problemas. Pero, ¿qué pasa con el vino si, una vez abierto, no te lo acabas y quieres beberlo más tarde? Pasados unos días el sabor y los aromas cambian debido a su exposición al aire.

No existe una duración estándar válida para todos los tipos de vino una vez abiertos. Por eso es bueno saber cómo y dónde almacenarlos para disfrutarlos al máximo, sin comprometer sus características.

A diferencia de otros alimentos, de hecho, el vino no tiene una fecha de caducidad indicada en la etiqueta, pero aún tiene su propia vida útil. Veamos por cuánto tiempo y cómo el vino tinto abierto mantiene sus cualidades en el mejor de los casos.

En este artículo encontrará respuestas a:

• ¿Cuánto dura un vino tinto abierto?

• ¿Puede variar la duración de un vino tinto abierto de un vino a otro?

• Dónde es mejor mantener un vino tinto abierto

¿Cuánto dura un vino tinto abierto?

“El vino está vivo”, dice la sabiduría popular, porque evoluciona y cambia con el tiempo. Una vez abierto, la duración del vino varía según el tipo y método de conservación.

Pequeñas cantidades de oxígeno ayudan a los vinos tintos a desarrollar mejor su bouquet de aromas y aromas. Sin embargo, si pasa demasiado tiempo, la oxigenación se convierte en oxidación y esto altera las características organolépticas del vino.

Una vez abiertos, los vinos tintos se conservan más tiempo que los blancos. Veamos cómo conservarlos sin alterar su sabor:

• Las botellas deben conservarse en un lugar fresco y en ausencia de luz o en la nevera durante 24/48, en vertical y tapadas;

• Es imprescindible tapar el vino. El corcho ralentiza el proceso de oxidación y por tanto la alteración del bouquet y sabor del vino. Si utiliza un corcho antioxidante, el vino tinto se puede conservar sin problemas hasta cuatro o cinco días. Si es de corcho o de otro tipo, puede durar hasta dos / tres días.

Si no tienes un corcho nuevo para tapar el vino abierto, usa el que has quitado, cuidando de darle la vuelta al otro lado.

¿Puede variar la duración de un vino tinto abierto de un vino a otro?

Cuando se descorcha un vino, comienza el proceso de oxigenación que mejor desarrolla todas las características organolépticas del vino.

Los distintos tipos de vinos tintos reaccionan de manera diferente a la oxigenación. Esto depende principalmente de su refinamiento y contenido de alcohol.

Una vez abiertos y guardados taponados o en nevera o en lugar fresco y en ausencia de vinos ligeros, muy tánicos y ácidos, como Nebbiolo, Syrah o Cabernet Sauvignon, mantienen bien sus características organolépticas hasta por dos días. Porto, un vino tinto dulce con un alto contenido de alcohol, se puede conservar bien hasta cuatro meses cuando es muy refinado.

¿Qué sucede si bebes un vino que ha estado abierto durante uno o dos meses?

El vino es un alimento que por su naturaleza se altera con el tiempo, pero no se vuelve tóxico. Cuando se echa a perder se convierte en vinagre, ciertamente desagradable de beber y no comestible, pero no dañino.

No es casualidad que los antiguos romanos, cuando viajaban durante meses y años durante sus campañas de conquista, llevaran reservas de vino, pues a diferencia del agua se podía conservar durante mucho tiempo, aunque alterando, sin provocar daños en el cuerpo.

Si el vino ha estado abierto durante una semana no se convierte en vinagre, permanece bebible, pero el alcohol comienza a oxidarse. El vino tiende a perder frescura y complejidad de percepciones gustativas.

¿Dónde es mejor dejar un vino tinto abierto?

Te sugerimos que guardes la botella que estabas bebiendo y que aún no has terminado taponándola y manteniéndola en un lugar fresco, alejado del aire y sin iluminación. Esto te permitirá seguir apreciándolo incluso en los siguientes días.

Cuando no tienes un lugar para almacenar los vinos abiertos, tu aliado perfecto es el frigorífico. Todos los tipos de vino se pueden guardar con su corcho en la nevera una vez abiertos. De hecho, sus bajas temperaturas ralentizan los procesos de deterioro y oxidación.